martes, 27 de diciembre de 2011

Las restricciones que impone la crisis a las economías domésticas son una oportunidad para recuperar el valor del tiempo y vivir de forma más sencilla, consciente y frugal.

TEXTO FRANCESC MIRALLES
La escoba de una crisis económica interminable ha barrido millones de puestos de trabajo, mientras que las personas que siguen en activo están viviendo ajustes de todo tipo. Tras varias décadas de excesos por parte de los que mueven los hilos del casino financiero, nos hallamos ante un primer mundo empobrecido. El crédito ha dejado de fluir libremente y ya no podemos “comprar con dinero que no tenemos cosas que no necesitamos para impresionar a gente que no nos cae bien”, en palabras del economista y escritor Álex Rovira.
La buena noticia es que la situación actual nos permite reformular nuestro modo de vida y, muy especialmente, la manera en la que invertimos nuestros recursos. La cuestión fundamental sería: ¿es posible vivir mejor con menos?
Los analistas de un concepto en boga, la Felicidad Interior Bruta, aseguran que cuando están cubiertas las necesidades básicas, el bienestar personal no aumenta con la prosperidad material. Esto explicaría que, sobre el papel, los habitantes de Bután, con una de las rentas por cápita más bajas del mundo, superen en grado de satisfacción personal a los de países que lideran la tabla de ingresos.
Si este dato es cierto, significaría que, hasta la explosión de la burbuja inmobiliaria, habíamos errado en nuestra búsqueda de la felicidad, aunque algunas personas, como veremos a continuación, ya habían renunciado a la fórmula de máximo enriquecimiento en el menor tiempo posible.
‘Downshifting’
Hace tres años, John Naish publicaba en nuestro país su libro ¡Basta!, cómo dejar de desear siempre algo más. Este periodista británico, colaborador habitual del Times o el Daily Mirror, reflexionaba así sobre nuestra fijación por el consumo:
“A lo largo de la historia de la humanidad, hemos sido capaces de sobrevivir al hambre, las enfermedades o los desastres gracias a nuestro instinto de desear y buscar siempre más cosas. Nuestra mente está programada para temer la escasez y consumir lo que podamos. Sin embargo, hoy, gracias a la tecnología, tenemos todo lo necesario para vivir cómodamente, e incluso más de lo que podemos llegar a disfrutar o utilizar. Pero esto no detiene nuestro deseo innato de ir a por más. Todo lo contrario, nos vuelve adictos al trabajo, nos ahoga en un mar de información, nos hace atiborrarnos de más comida y nos embarca en una constante, y frustrante, búsqueda de más ‘felicidad”.
Este ensayo aparecía pocos meses antes de la quiebra de Lehman Brothers, en un momento en el que el crecimiento parecía ilimitado. Sin embargo, algunos ejecutivos ya se habían desencantado de la cultura consumista y se apuntaban al downshifting, un fenómeno que se inició en la década de los 80 en plena cumbre de la cultura yuppie. Directivos de grandes empresas que habían vivido por y para el trabajo renunciaban a sus cargos y aceptaban puestos más bajos en el organigrama para ganar tiempo y calidad de vida.
Ahora que muchos trabajadores han tenido que aplicarse el downshifting a la fuerza, debemos plantearnos cómo podemos vivir igual o mejor con menos. Vicki Robin, una militante de la vida simple en EEUU, propone un principio para separar el grano de la paja: “Lo primero que hay que hacer es averiguar el grado de satisfacción que nos producen las cosas, para distinguir una ilusión pasajera de la verdadera satisfacción. Con esta fórmula cada uno puede detectar los valores que le proporcionan bienestar y descubrir de qué puede prescindir, y así alcanzar paso a paso un nuevo equilibrio vital más satisfactorio”.
Retorno a la austeridad
Tras una debacle financiera como la de 1929 o la del 2008, muchas personas redescubren los valores de la austeridad y se dan cuenta de que muchas de las cosas que consideraban imprescindibles, en realidad, no lo eran tanto. Sin embargo, la búsqueda de la frugalidad y la simplicidad es anterior a cualquier crisis económica global. Desde los filósofos cínicos que, en la Grecia del siglo IV a.C., promulgaban el desapego de todo lo material, pasando por los taoístas chinos, que practicaban la vida sencilla y el fluir al ritmo de la naturaleza, pensadores de todas las épocas han hablado de los beneficios de una existencia alejada de los lujos y excesos.
En la era moderna, David Henry Thoreau quiso experimentar la austeridad radical con una huida de la civilización que describiría en su ensayo Walden. En 1845, este activista norteamericano se instaló en una cabaña construida por él mismo en un bosque donde pasaría dos años, dos meses y dos días de vida solitaria. Durante este tiempo, cultivó sus alimentos, reflexionó y escribió sobre el estado natural del hombre y las esclavitudes de la sociedad industrial. En sus propias palabras: “Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la existencia y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido. (…) Deseaba extraer de la vida todo su néctar a través de una existencia robusta y espartana”.
En la línea del experimento de Thoreau, el sociólogo y doctor en filosofía Joaquim Sempere argumenta que la austeridad ha existido en la historia humana principalmente como ejercicio de autodominio, como esfuerzo para probarse a uno mismo. Es un medio de medir “la capacidad para resistir a las tentaciones placenteras y gobernarse con la razón y las facultades superiores de la mente por encima de las pulsiones hedónicas inmediatas y primarias”.
Simplicidad voluntaria
En el presente siglo, las personas que tienen una hipoteca, familia e hijos en la ciudad no pueden permitirse retirarse a una cabaña como el autor de Walden, pero tienen otras formas de vivir con austeridad sin privarse del néctar de la vida.
Tras abandonar la cultura del crédito, debemos tomar conciencia de nuestros ingresos reales y de aquellos gastos a los que podemos renunciar. Hay que asumir que cuanto más dinero necesitemos, más tiempo deberemos trabajar.
Una de las obviedades que nuestra vida acelerada nos ha hecho olvidar es que cambiamos dinero por tiempo, la única divisa que no se puede reponer. Entregar horas, días, años de nuestra vida a algo que no nos gusta para pagar créditos debería hacernos reflexionar. Incluso hay personas sin deudas que trabajan tanto que no tienen tiempo de gastar lo que ganan.
¿Por qué casi nadie invierte en tener tiempo? Teniendo en cuenta que las mejores cosas de la vida son gratis –la amistad, el amor, la contemplación de la naturaleza…–, deberíamos prestar atención a nuestra escala de prioridades para colocar cada cosa en su sitio.
El Walden del siglo XXI puede ser llevar una existencia sencilla según el patrón de simplicidad voluntaria propuesto por Duane Elgin en el libro del mismo título. Este activista y conferenciante norteamericano radiografía con estos diez hábitos los que han optado por la vida simple:
  • Invierten el tiempo y energías liberados en actividades con su pareja, hijos y amigos (caminar, tocar música juntos, compartir una comida, acampar…) o en actividades voluntarias de ayuda a otros.
  • Se esfuerzan en desarrollar todo el espectro de sus potenciales: físico (deportes), emocional (aprendiendo a expresar y compartir los sentimientos), mental (leyendo libros, tomando clases…) y espiritual (cultivando una mente calmada y una corazón compasivo).
  • Sienten una conexión íntima con la tierra y una preocupación reverencial por la naturaleza, por lo que actúan procurando siempre el bienestar de la tierra.
  • Se preocupan por los pobres del mundo; una vida más simple crea un sentimiento de parentesco con los más desfavorecidos y, en consecuencia, con la equidad en el uso de los recursos mundiales.
  • Disminuyen su consumo personal; compran ropa funcional, estética y duradera en lugar de seguir modas pasajeras; compran menos joyería y otras formas de ornamentación personal; compran menos cosméticos.
  • Apuestan por productos resistentes, fáciles de reparar, cuya manufacturación y uso no sean contaminantes y que, además, sean eficientes desde el punto de vista energético.
  • En su dieta, se alejan de los alimentos altamente procesados, de las carnes y el azúcar, y prefieren alimentos más naturales, saludables y apropiados para los habitantes de un pequeño planeta.
  • Reducen la acumulación y complejidad en sus vidas, desprendiéndose o vendiendo aquellas posesiones que son raramente usadas y podrían ser utilizadas productivamente por otros.
  • Aprecian la simplicidad de las formas no verbales de comunicación: la elocuencia del silencio, abrazarse y tocarse, el lenguaje de los ojos.
  • Abogan por prácticas holísticas de cuidado de la salud que enfatizan la medicina preventiva y las capacidades curativas del propio cuerpo.
¿Quiénes son los pobres?
Sin olvidar el drama de millones de personas que sufren escasez de agua, alimentos y medicinas, en el primer mundo tendemos a utilizar un baremo consumista para medir la pobreza. Desde nuestro punto de vista, el campesino de Bután que vive con un par de euros al día sería considerado pobre de solemnidad, por mucho que su país exhiba un elevado índice de Felicidad Interior Bruta.
Sobre el concepto de pobreza, hay una lúcida fábula de autor desconocido. Cuenta que el padre de una familia muy rica llevó a su hijo de viaje a una comunidad indígena con el expreso propósito de mostrarle cómo viven los pobres. Estuvieron un par de días y noches alojados en la granja de lo que se podría considerar una familia muy pobre. A la vuelta del viaje, el padre preguntó a su hijo qué le había parecido la experiencia y si se había dado cuenta de cómo vivían los pobres para valorar más lo que tenía en casa.
El niño respondió que le había encantado el viaje y que ahora ya sabía cómo vivían los pobres. Cuando el padre le pidió que especificara lo que había aprendido, el pequeño enumeró así lo que había visto:
“Nosotros tenemos un perro y ellos tienen varios.
Nosotros tenemos una piscina que ocupa la mitad del jardín y ellos tienen un arroyo que no tiene fin.
Nosotros hemos puesto faroles en nuestro jardín y ellos tienen las estrellas por la noche.
Nuestro patio es tan grande como el jardín y ellos tienen el horizonte entero.
Nosotros tenemos un pequeño trozo de tierra para vivir y ellos tienen campos que llegan hasta donde nuestra vista no alcanza.
Nosotros tenemos criados que nos ayudan, pero ellos se ayudan entre sí.
Nosotros compramos nuestra comida, pero ellos cultivan la suya.
Nosotros tenemos muros alrededor de nuestra casa para protegernos, ellos tienen amigos que los protegen.”
El padre del niño quedó boquiabierto. Finalmente, su hijo añadió:
“Gracias, papá, por enseñarme lo pobres que somos.”

domingo, 25 de diciembre de 2011

EL REY DE REYES HA NACIDO HOY.

PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Isaías 11, 1-10

LA RAÍZ DE JESÉ
Esto dice el Señor:

«Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz brotará un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor.

No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será el ceñidor de su cintura, y la lealtad el cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero, y la pantera se echará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: y un niño pequeño los conducirá. La vaca pastará con el oso, sus crías yacerán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará junto al agujero del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. Nadie hará daño ni estrago por todo mi Monte Santo: porque estará lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como bandera de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.»

RESPONSORIO
R. Hoy se dignó nacer de una Virgen el Rey de los cielos, para llevar al reino celestial al hombre que estaba perdido. * Se alegra el ejército de los ángeles, porque ha llegado la salvación eterna al género humano.
V. Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
R. Se alegra el ejército de los ángeles, porque ha llegado la salvación eterna al género humano.



SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 1 En la Natividad del Señor, 1.3: PL 54, 190-193)

RECONOCE, OH CRISTIANO, TU DIGNIDAD

Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.

Que nadie se considere excluido de esta alegría, pues el motivo de este gozo es común para todos; nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte, así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos. Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa; regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón; anímese el pagano, porque es llamado a la vida.

Al llegar el momento dispuesto de antemano por los impenetrables designios divinos, el Hijo de Dios quiso asumir la naturaleza humana para reconciliarla con su Creador; así el diablo, autor de la muerte, sería vencido mediante aquella misma naturaleza sobre la cual él mismo había reportado su victoria.

Por eso, al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Gloria a Dios en el cielo, y proclaman: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Ellos ven, en efecto, que la Jerusalén celestial se va edificando por medio de todas las naciones del orbe. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez humana ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?

Demos, por tanto, amadísimos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo en el Espíritu Santo, pues, por la inmensa misericordia con que nos amó, ha tenido piedad de nosotros y, cuando estábamos muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo, para que fuésemos en él una nueva creatura, una nueva obra de sus manos. Despojémonos, por tanto, del hombre viejo y de sus acciones y, habiendo sido admitidos a participar del nacimiento de Cristo, renunciemos a las obras de la carne. Reconoce, oh cristiano, tu dignidad y, ya que ahora participas de la misma naturaleza divina, no vuelvas a tu antigua vileza con una vida depravada. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. Ten presente que has sido arrancado del dominio de las tinieblas y transportado al reino y a la claridad de Dios.

Por el sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no ahuyentes, pues, con acciones pecaminosas un huésped tan excelso, ni te entregues otra vez como esclavo del demonio, pues el precio con que has sido comprado es la sangre de Cristo.

sábado, 24 de diciembre de 2011

IGLESIA MARONITA EN COLOMBIA

Arrancaron primeras misas del rito católico maronita, que se celebran en arameo, la lengua de Cristo

La Arquidiócesis de Bogotá cedió para ello una iglesia, los domingos a la 1:00 de la tarde, para los seguidores de esta fe.


Por eso el templo ya tiene un nombre alterno. Para esta comunidad se llamará 'Parroquia de Nuestra Señora del Líbano'. El templo estuvo colmado por unas 400 personas que pertenecen a la comunidad colombo-libanesa presente en Colombia hace más de un siglo. Dentro de los fieles, Laila Faour de Saab era una de las más conmovidas. "Esto es un sueño hecho realidad", cuenta la mujer, quien lleva 47 años viviendo en Colombia y una de las libanesas que más luchó por esta causa. Hasta la fecha los maronitas radicados en el país, como católicos que son, iban a misa los domingos a parroquias cercanas a sus viviendas. Pero extrañaban la liturgia en su idioma, y algunos momentos que no existen en el rito latino. Por ejemplo, el saludo de la paz, en el que un grupo de niños recorre el templo abrazando las manos de los demás en posición de oración. Laila relata que la iglesia, además de servir para la celebración de la misa dominical, será un refugio para que las nuevas generaciones no se desvinculen de sus raíces y se aferren en la fe con la que sus padres y abuelos han sido educados, así sea lejos del país de los cedros. En eso coincide la ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra. Ella, como nieta de libanés, dice que asistirá de ahora en adelante a la liturgia maronita para recordar a su abuelo y a la cultura que ella ha heredado. Además de la asignación del templo, los colombo-libaneses están felices porque, después de pedirle a su país durante 11 años que les enviaran un sacerdote maronita, ya lo tienen entre los suyos. Su nombre es Naji Souein. Tiene 46 años y habla un español escaso. Lo aprendió durante los 7 años anteriores en una misión de su iglesia en Argentina, y apenas lleva un par de meses en Bogotá. "Esta será nuestra casa", dice el sacerdote al hablar de la parroquia que le asignaron. Él no solo celebrará la misa de los domingos. Visitará a los enfermos y a las comunidades colombo-libanesas que hay en el país, que se estiman en unas 400 mil personas, aunque no todas pertenezcan a la confesión maronita. De hecho, los cristianos ortodoxos del Líbano, aunque practican otro rito, se sumaron a la causa de la creación de esta iglesia. Con espesas barbas y ataviados con atuendos alusivos a su religión se hicieron presentes en el templo. Dicen que allí la devoción será compartida. El padre Souein agrega que su tarea también consistirá en apoyar la idea que tienen sus coterráneos de construir el primer templo maronita en Colombia. Los libaneses católicos La confesión maronita es católica, depende de Roma y es uno de los 22 ritos del catolicismo romano. En la eucaristía y los sacramentos se utiliza como idioma el arameo (además del árabe), que era utilizado en la época de Jesús. Así mismo, en esta iglesia, que tiene más de 1.600 años, se puede ordenar a un hombre casado como sacerdote y llevar su vida de religioso con su familia. Sin embargo, estas personas no pueden llegar a ser obispos. Su fundador fue San Marón, un ermitaño que existió en el año 335 D.C. En el Líbano, aunque son minoría como católicos (en un país donde predomina el Islam), se han logrado sostener con el paso de los siglos. En el mundo son 10 millones de fieles.

NAVIDAD 2011



Hoy nace el sol divinal
de la Virgen sin mancilla;
hoy el eterno se humilla
y se hace hombre mortal.

Hoy la reina celestial
pare al rey del firmamento,
sin recibir detrimento
su pureza virginal.

Adórote, Verbo eterno,
Hijo del muy alto Padre,
nacido de pobre madre
en la yema del invierno.

Gracias te doy, Niño tierno,
pues con tu divinidad
juntaste mi humanidad,
por librarme del infierno. Amén.


Regla de los trece nudos”
Fiel ejecutor de la voluntad de Dios, expresada a través de los superiores, el Padre Charbel leyó con creciente interés la cartelera de disposiciones especiales , que el Superior general de la Orden había establecido para que la vida eremítica alcanzara las grandes metas de contemplación, misticismo y santidad.
Son trece normas que aherrojan aún más la vida y las actividades del monje, para que “muerto para el mundo, viva escondido con Cristo en Dios”. (Col. 3,3)
1. El monje que desea vivir como ermitaño no lo hará por iniciativa propia, sino que deberá ser autorizado por el Superior General.
2. Que sepa bien que no se aísla para esquivar las reglas de vida común del monasterio, sino para hacerse mas virtuoso. A saber, ha de mortificarse y poner en los ejercicios espirituales mas fervor que en el monasterio. Se aplicará a todo trabajo espiritual y temporal, que no entorpezca el silencio y la compunción del corazón.
3. Los ermitaños, en las actividades colectivas, como la celebración de la Misa y el trabajo manual común; seguirán el orden dispuesto por la autoridad…Con respecto a las disciplinas individuales, como el ayuno, las vigilias, y oraciones, ellas son dejadas a la iniciativa y a la prudencia del ermitaño. Sin embargo, es mas seguro para él obrar bajo la dirección de un Padre espiritual.
4. El ermitaño ha de respetar y honrar a todo cohermano, sea superior o inferior. El encargado ha de ser tenido por el inferior como su superior.
5. Se prohíbe toda reunión de ermitaños para conversaciones vanas. En casos de enfermedad, se puede dirigir al cohermano palabras de consuelo, útiles para la salvación de su alma y su crecimiento en el amor divino.
6. Un ermitaño -como lo dice la propia etimología- es aquel que vive aislado en su celda, velando sobre sus sentidos y pensamientos. Que no salga sino por necesidad. Que no tenga amistad alguna fuera de la de sus cohermanos. Que también esta amistad sea sobria de palabras, ya que la abundancia de palabras, aunque útiles, turba la serenidad de la oración.
7. Que no resida en una celda, desde la cual se podrían oír sus llantos y gemidos en la oración, o sus cantos en momentos de aburrimiento.
8. Que no comparta sus comidas con nadie en la celda. Que no olvide la obligación de la mortificación en la bebida y la comida… No ha de quejarse de nada, recordando que el fin esencial de la soledad es el de combatir e lplacer sensual, y de entregarse al gusto del amor de Dios.
9. Tomará una sola comida por día. Quién quiera mortificarse de más, obre de acuerdo al consejo del más anciano.
10. Que no guarde en la celda ni bebida ni comida, sino únicamente una escudilla de agua para no salir y disiparse inútilmente.
11. Si algo le molesta con respecto a la habitación, bebida y comida, se lo comunique al mas anciano y obre según su consejo.
12. No comerá jamás carne, ni estando enfermo, sin la autorización del Superior General.
13. Si uno no realiza progresos en la vida eremítica, sino que se abandona a la pereza, o a vanidades, que vuelva al monasterio, si el superior lo cree oportuno.
Estas trece normas no hacen mas que subrayar y acentuar lo que era ya disciplina diaria en la vida de P. Charbel: La guarda de la Regla, la fidelidad a los tres votos, la intensa vida de oración y trabajo, las exigentes prácticas del ayuno, silencio y retiro.
Hermano lector, quizás sientas espanto ante este rígido programa de vida, sin concesión alguna. Hasta te puede parecer demasiado estricto, casi inhumano. Sin embargo el padre Charbel vio en él un camino de liberación. Su ideal era hacerse hostia con Jesús – Hostia – pese a esas austeridades y renunciamientos, jamás la alegría abandonó su rostro.

jueves, 22 de diciembre de 2011

SEGUNDA LECTURA
Del Comentario de san Beda el Venerable, presbítero, sobre el evangelio de san Lucas
(Libro 1, 46-55: CCL 120, 37-39)

MAGNIFICAT
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.»

«El Señor -dice- me ha engrandecido con un don tan magnífico e inaudito que no se puede explicar con palabras humanas, y el mismo corazón con todo su amor apenas puede llegar a comprenderlo. Por lo tanto, me entrego con todas mis fuerzas a la alabanza y a la acción de gracias, contemplando la grandeza de aquel que es eterno, y gustosamente le consagro mi vida, sentimientos y pensamientos, porque mi espíritu se alegra en la divinidad eterna de Jesús, es decir, del Salvador, que se ha revestido de mi carne y reposa en mi seno.»

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

Estas palabras se relacionan con el comienzo del cántico, donde se dice: Proclama mi alma la grandeza del Señor. Sin duda que sólo aquel en quien el Poderoso hace obras grandes sabrá proclamar dignamente la grandeza del Señor y podrá exhortar a los que, como él, se sienten enriquecidos por Dios, diciendo: Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre.

Pues el que no proclama la grandeza del Señor, sabiendo que es infinita, y no bendice su nombre será el último en el reino de los cielos. Se dice que su nombre es santo porque, por su inmenso poder, trasciende toda creatura y está infinitamente por encima de todas las cosas creadas.

Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia. Con toda propiedad el cántico llama siervo o niño del Señor a Israel, pues, para salvarlo, Dios lo acogió como se acoge a un niño obediente y humilde, según aquello que dice Oseas: Cuando Israel era un niño yo lo amé.

Porque quien no quiere humillarse no puede tampoco ser salvado ni decir con el profeta: Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida, pues, el que se haga pequeño tal como este niño será el más grande en el reino de los cielos.

Como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Al hablar aquí de la descendencia de Abraham no se refiere a la descendencia según la carne, sino según el espíritu, es decir, no sólo habla de aquellos que han sido engendrados según la carne, sino también de todos aquellos que han seguido los pasos de Abraham por medio de la circuncisión de la fe. Porque Abraham creyó cuando estaba en la circuncisión y, ya entonces, su fe le fue tenida en cuenta para la justificación.

Por lo tanto la venida del Salvador fue prometida a Abraham y a su descendencia por siempre, es decir, a los hijos de la promesa, de quienes se dice: Si sois de Cristo sois por lo mismo descendencia de Abraham, herederos según la promesa.

Con razón la madre del Señor y la madre de Juan se adelantaron con sus respectivas profecías al nacimiento de sus hijos; con ello, de la misma forma que el pecado comenzó por la mujer, también por la mujer se inicia la salvación, y la vida, que fue perdida por el engaño que sedujo a una sola mujer, es ahora devuelta al mundo por la profecía de dos mujeres que compiten en su empeño por anunciar la salvación.

RESPONSORIO Lc 1, 48-50
R. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, * porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
V. y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
R. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios nuestro, que, compadecido del hombre caído y sentenciado a muerte, quisiste redimirlo con la venida de tu Hijo, concede a los que en esta Navidad han de postrarse ante él con humildad, para adorarlo hecho niño en Belén, que merezcan gozar eternamente de la compañía de su redentor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Nimatullah Al- Hardini, Santo
Sacerdote religioso de la Orden Libanesa Maronita, 14 de diciembre
Nimatullah Al- Hardini, Santo
Nimatullah Al- Hardini, Santo

Sacerdote religioso de la Orden Libanesa Maronita
Diciembre 14



Nació en Hardin, en el norte del Líbano, el año 1808. En el bautismo recibió el nombre de Youssef. Pertenecía a una familia maronita, con seis hijos, que fueron educados en un profundo amor a Dios y a su Iglesia. Tres de sus hermanos siguieron, como él, la vida monástica o sacerdotal. Tanios fue párroco; Eliseo entró en la Orden Libanesa Maronita, en la que vivió como ermitaño durante cuarenta y cuatro años; Msihieh abrazó la vida claustral en el monasterio de San Juan Bautista, en Hrasch.

Pasó los primeros años de su infancia frecuentando los monasterios y eremitorios de su pueblo. Terminados los estudios, fue a vivir con su abuelo materno, Youssef Raad, párroco de Tannourin, cuyo ejemplo suscitó en él el amor al sacerdocio, vivido para el servicio de la Iglesia. En Tannourin, rezaba el oficio divino en el monasterio con los monjes o en la parroquia con su abuelo y los fieles.
Ingresó en la Orden Libanesa Maronita a los veinte años. Fue enviado al monasterio de San Antonio de Qozhaya, cerca de la Qadischa ("Valle santo"), para hacer sus dos años de noviciado, durante los cuales se entregó con fervor a la oración comunitaria y al trabajo manual. Dedicaba todo su tiempo libre, e incluso parte del destinado al descanso, a visitar al santísimo Sacramento. Lo solían encontrar en la capilla, arrodillado, inmóvil, con las manos alzadas en forma de cruz y los ojos fijos en el sagrario.

Después de la profesión monástica, que emitió el 14 de noviembre de 1830, fue enviado al monasterio de San Cipriano y Santa Justina, en Kfifan, para estudiar la filosofía y la teología, a la vez que trabajaba en el campo; además, destacaba por su habilidad para encuadernar manuscritos y libros, oficio que había aprendido durante el noviciado. Durante ese período, a causa de su ascetismo y su intensa aplicación a los estudios, se enfermó. Para evitarle la gran fatiga del trabajo en el campo, su superior lo destinó a la sastrería.

Al ser ordenado sacerdote, fue nombrado director del estudiantado y profesor, labor que desempeñó hasta sus últimos años. Dividía su jornada habitualmente en dos partes: la primera mitad para prepararse a la celebración de la misa y la otra mitad para la acción de gracias después de la eucaristía. Vivía esta dimensión contemplativa juntamente con su amor a los hermanos y a la cultura. Fundó una escuela para instruir gratuitamente a la juventud.

Le tocó vivir dos guerras civiles (en los años 1840 y 1845), que fueron preludio de sangrientos acontecimientos de 1860, durante los cuales muchos monasterios fueron quemados, muchas iglesias devastadas y muchos cristianos maronitas asesinados. En ese marco civil y religioso tan difícil y doloroso, su hermano el padre Eliseo, ermitaño, lo invitó a abandonar la vida comunitaria para retirarse a un eremitorio, pero él respondió: "Los que luchan por la virtud en la vida comunitaria tendrán más mérito".

Era severo y duro consigo mismo, pero misericordioso e indulgente con sus hermanos. Radical en su opción, concebía la santidad en términos de comunión. Afirmaba: "La primera preocupación de un monje debe ser, día y noche, no herir o afligir a sus hermanos".

Fue grande su devoción a la Virgen María. En sus aflicciones invocaba la intercesión de María, su principal auxilio, por el Líbano y por su Orden. Rezaba el rosario todos los días con los demás monjes. Nunca se cansaba de repetir el nombre bendito de María. Practicaba el ayuno en su honor todos los sábados y las vísperas de sus fiestas; tenía devoción particular por el misterio de la Inmaculada Concepción. Después de rezar el Ángelus, repetía estas palabras: "Bendita sea la Inmaculada Concepción de la santísima Virgen".

Se esforzó por inculcar a los fieles su devoción a María, formando cofradías. Fundó también dieciséis altares consagrados a la Madre de Dios; uno de estos, en el monasterio de Kfifan, fue llamado, después de su muerte, "Nuestra Señora de Hardini".

En 1845, a los 33 años, la Santa Sede lo nombró asistente general de su Orden con un mandato de tres años, por su celo en la observancia de las reglas monásticas. Para ese cargo fue reelegido otras dos veces, pero se negó siempre a aceptar el nombramiento de abad general de la Orden. Residía, con los demás asistentes, en el monasterio de Nuestra Señora de Tamich, casa general de la Orden, pero solía acudir al monasterio de Kfifan, tanto para continuar dando clases como para ejercer su trabajo de encuadernador, labor que realizaba con espíritu de pobreza, poniendo especial esmero en los manuscritos litúrgicos. De 1853 a 1859 tuvo entre sus alumnos a san Charbel, que asistió a la muerte de su maestro y a la conmovedora ceremonia de su funeral.
En lo más duro del invierno, mientras se encontraba en el monasterio de Kfifan para dar clases, debido al intenso frío, se vio afectado por una pulmonía; al agravarse, solicitó ser trasladado a una celda cercana a la iglesia para escuchar el canto del oficio y, tras una agonía de diez días, recibió la unción de los enfermos con un icono de la Virgen en las manos, e invocándola: "Oh María, te encomiendo mi alma". Falleció el 14 de diciembre de 1858, a los 50 años de edad.

viernes, 11 de noviembre de 2011

I.- Francisco de Asís y Nietzsche

Durante muchos años se opuso al hombre fuerte de Nietzsche,( la bestia rubia) al hombre solidario que propugnó el Cristianismo. ¿Tales visiones del hombre, son irreconciliables o se complementan? Y a partir de estos cuestionamientos, podemos también preguntarnos: ¿Se puede ser capitalista salvaje y a la vez solidario con los débiles?; ¿Se puede ser un hombre fuerte y creativo viviendo sumergido en la cultura de la pobreza? Si se prioriza el cambio personal, ¿No se refuerza un Estado cada vez mas ausente?, ¿Cómo ayudar a los pobres sin resentimientos, y sin derivar culpas a terceros? ¿Cómo asistir a los menesterosos sin reforzar su lugar de víctimas? ¿ Cómo hacerlo sin conductas paternalistas? Es decir, ¿Cómo proporcionar ayuda a los excluidos para que recuperen su dignidad? Si San Francisco viviera, ¿De quien se compadecería por su escasa felicidad? ¿De un gerente de una multinacional encerrado en el country, agobiado por la inseguridad de su empresa y de la calle? ¿O del piquetero que cobra un plan trabajar a veces no haciendo otra cosa que quemar llantas?

Creo que se compadecería de todos, y sería simplemente solidario con ellos, aunque de distinta manera. Francisco de Asís, aunque en un principio ejerció la caridad con los bienes de su familia, fue madurando con los años y constituyó un modelo de humanidad libre y solidario que trasciende incluso los actuales paradigmas de organización económica. Impulso plenamente la libre iniciativa y el intercambio del hombre burgués; por otro lado relativizó la propiedad privada y enseñó a dar con magnanimidad, sin caer en la frase de Eva Perón: "Cuando los ricos dan, suelen hacerlo con mentalidad de pobres".

Siglos más tarde, Friedrich Nietzsche (1844-1900) intentó mostrar al Cristianismo como la religión de los débiles, que se unían por resentimiento y miedo para oponerse a los "auténticos hombres" poderosos y exitosos. Para él nuestra vida se desarrolla en pos del poder y el comportamiento humano se configura desde allí. El hombre desea el poder sobre sí mismo y la creación; otras clases más brutales de poder son vistas por él como sucedáneos de las dos primeras. La ilusión de una vida mejor tras la muerte sería la compensación de los fracasos de la vida terrenal. Según Nietzsche, el individuo no debe perder su tiempo en adorar dioses imaginarios (el dice: "Dios ha muerto") sino concentrarse sólo en su propio progreso. El ejemplo de esta conducta es el llamado "Superhombre", descrito como un hombre que puede emplear sus pasiones de manera creativa. Nietzsche criticó el Cristianismo de su época por su creencia dogmática en la vida eterna, por su desprecio hacia el cuerpo humano, el sexo y el poder de la razón. Consideró que el Cristianismo al hablar de "amor", busca en realidad solo la salvación personal; de donde la moral cristiana resulta una "ética de esclavos". Creyó que cada sociedad tenía sus códigos morales, sin que una misma moralidad sea apropiada para toda la especie humana. Dijo el autor: "No se puede pensar en aplicar el código moral de San Francisco al genio creativo de Goethe". Y tal vez se equivocó y contribuyó a que Goethe no fuera aun más fuerte. En todo caso, del código moral de San Francisco, jamás emanaría un personaje débil y suicida como Werther, y tampoco del código moral de Francisco podrían surgir hombres con conductas tan propensas al suicidio como la del propio Nietzsche. Según el pensamiento Nietzscheano, el hombre debe ser realista y dirigir su propio destino, alejándose de la desesperación y acercándose al goce y dolor de la vida diaria. Decía: "Mi existencia es una carga horrible y me habría desentendido de ella si no hubiese visto que precisamente en este estado de sufrimiento y renunciamiento casi absoluto era en el que yo hacia las observaciones y experiencias mas instructivas en el dominio espiritual y moral." "Quien ha alcanzado la libertad de la razón, aunque solo sea en cierta medida, no puede menos que sentirse en la tierra como un caminante, pero un caminante que no se dirige hacia un punto de destino, pues no lo hay... Mirará, sin embargo, con ojos bien abiertos todo lo que pase realmente en el mundo; asimismo, no deberá atar a nada en particular el corazón con demasiada fuerza: es preciso que tenga también algo del vagabundo al que agrada cambiar de paisaje. Las convicciones son enemigas mas peligrosas de la verdad, que la mentira. Dios ha muerto; pero dada la manera de ser humana, habrá aun cuevas por millares de anos, en las cuales estas sombras se mostraran. Y nosotros, tendremos que vencer estas sombras igualmente. Invitais a un testigo cuando queréis hablar bien de vosotros mismos; y una vez que lo habéis inducido a pensar bien de vosotros, también vosotros mismos pensáis bien de vosotros. Y después de todo y en la totalidad: algún día deseo solamente asentir. Porque créeme: el secreto para recoger de la existencia los mayores frutos y el mayor gozo es: vivir peligrosamente".

Curiosamente, quien vivió con mayor intensidad estas máximas nietzscheanas, mucho antes que el propio Nieztsche las elaborara, fue Francisco de Asís desde su experiencia mística. Cuenta San Buenaventura que se encontró con el santo un hombre a quien un cáncer le había desfigurado la cara. El enfermo intento arrodillarse a sus pies, pero Francisco se lo impidió y le dio un beso en la cara, y aquel quedo instantáneamente curado. Y la gente decía: "No se sabe que admirar mas, si el beso o el milagro". En general el milagro es - como dice Nietzsche - asumir con crudeza los vacíos y momentos de auténtico placer que pueden darse en el presente; solo ahí esta nuestra salvación y la sana catarsis de otros meta-relatos de salvación que son solo espacios de ensoñación, también para el autentico Cristianismo.

La tradición dice que fue San Francisco declarado santo por el pueblo, antes que el Sumo Pontífice le concediera ese honor, y que si se hiciera una votación entre anglicanos o luteranos y pentecostales muchos estarían de acuerdo en ello. Todas las religiones lo valoran. Para algunos historiadores es el verdadero fundador del vitalismo (vitalismo es la corriente filosófica nacida con Schopenhauer, que llevo a su máxima expresión Nietzsche). Lo quieren los pobres, porque vivió en total pobreza, pero con alegría. Lo estiman los ecologistas porque fue amigo de aves, peces, flores, agua, del sol, de la luna y de la madre tierra.

En "Mas allá del bien y del mal", señala Nietzsche que el hombre no consideró a los animales sino que los dominó y no se vio a sí mismo como animal. La comunicación con los animales es inmediata cuando el hombre alcanza un grado de liberación tal que se aparta de las ideas y temores supersticiosos y religiosos, y olvida hablar de la salvación del alma. Y Francisco la vivió en su camino espiritual.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que El no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.
Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo: "¿Serán capaces de beber
Santiago el mayorApóstoI
Año 44
Santiago ApóstolEl nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.
Fue uno de los 12 apóstoles del Señor.
Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista.
Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: "Desde ahora seréis pescadores de hombres", dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní. ¿Por qué lo prefería tanto Jesús? Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Que Jesús nos tenga también a nosotros en el grupo de sus preferidos.
el cáliz de amargura que yo voy a beber?" Ellos le dijeron: "Sí somos capaces". Cristo añadió: "El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial". Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos: "El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir". Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde.
Después de la Ascención de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el gurpo de los Apóstoles. Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.
Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España) y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.
Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.
Apóstol Santiago: pídele a Jesús que seamos muchos, muchos, los que como tú, nos dediquemos con toda valentía y generosidad a propagar por el mundo la religión de Cristo.

SAN BRUNO

San Bruno
Fundador de los Cartujos
6 de Octubre
Año 1101
Bruno significa: "fuerte como una coraza o armadura metálica" (Brunne, en alemán es coraza).

San BrunoEste santo se hizo famoso por haber fundado la comunidad religiosa más austera y penitente, los monjes cartujos, que viven en perpetuo silencio y jamás comen carne ni toman bebidas alcohólicas.
Nació en Colonia, Alemania, en el año 1030. Desde joven demostró poseer grandes cualidades intelectuales, y especialísimas aptitudes para dirigir espiritualmente a los demás. Ya a los 27 años era director espiritual de muchísimas personas importantes. Uno de sus dirigidos fue el futuro Papa Urbano II.
Ordenado sacerdote fue profesor de teología durante 18 años en Reims, y Canciller del Sr. Arzobispo, pero al morir éste, un hombre indigno, llamado Manasés, se hizo elegir arzobispo de esa ciudad, y ante sus comportamientos tan inmorales, Bruno lo acusó ante una reunión de obispos, y el Sumo Pontífice destituyó a Manasés. Le ofrecieron el cargo de Arzobispo a nuestro santo, pero él no lo quiso aceptar, porque se creía indigno de tan alto cargo. El destituido en venganza, le hizo quitar a Bruno todos sus bienes y quemar varias de sus posesiones.
Dicen que por aquel tiempo oyó Bruno una narración que le impresionó muchísimo. Le contaron que un hombre que tenía fama de ser buena persona (pero que en la vida privada no era nada santo) cuando le estaban celebrando su funeral, habló tres veces. La primera dijo: "He sido juzgado". La segunda: "He sido hallado culpable". La tercera: "He sido condenado". Y decían que las gentes se habían asustado muchísimo y habían huido de él y que el cadáver había sido arrojado al fondo de un río caudaloso. Estas narraciones y otros pensamientos muy profundos que bullían en su mente, llevaron a Bruno a alejarse de la vida mundana y dedicarse totalmente a la vida de oración y penitencia, en un sitio bien alejado de todos.
Teniendo todavía abundantes riquezas y gozando de la amistad de altos personajes y de una gran estimación entre la gente, y pudiendo, si aceptaba, ser nombrado Arzobispo de Reims, Bruno renunció a todo esto y se fue de monje al monasterio de San Roberto en Molesmes. Pero luego sintió que aunque allí se observaban reglamentos muy estrictos, sin embargo lo que él deseaba era un silencio total y un apartamiento completo del mundo. Por eso dispuso irse a un sitio mucho más alejado. Iba a hacer una nueva fundación.
San Hugo, obispo de Grenoble, vio en un sueño que siete estrellas lo conducían a él hacia un bosque apartado y que allá construían un faro que irradiaba luz hacia todas partes. Al día siguiente llegaron Bruno y seis compañeros a pedirle que les señalara un sitio muy apartado para ellos dedicarse a la oración y a la penitencia. San Hugo reconoció en ellos los que había visto en sueños y los llevó hacia el monte que le había sido indicado en la visión. Aquel sitio se llamaba Cartuja, y los nuevos religiosos recibieron el nombre de Cartujos.
San Bruno redactó para sus monjes un reglamento que es quizás el más severo que ha existido para una comunidad. Silencio perpetuo. Levantarse a media noche a rezar por más de una hora. A las 5:30 de la mañana ir otra vez a rezar a la capilla por otra hora, todo en coro. Lo mismo a mediodía y al atardecer.
Nunca comer carne ni tomar licores. Recibir visitas solamente una vez por año. Dedicarse por varias horas al día al estudio o a labores manuales especialmente a copiar libros. Vivir totalmente incomunicados con el mundo... Es un reglamento propio para hombres que quieren hacer gran penitencia por los pecadores y llegar a un alto grado de santidad.
San Hugo llegó a admirar tanto la sabiduría y la santidad de San Bruno, que lo eligió como su director espiritual, y cada vez que podía se iba al convento de la Cartuja a pasar unos días en silencio y oración y pedirle consejos al santo fundador. Lo mismo el Conde Rogerio, quien desde el día en que se encontró con Bruno la primera vez, sintió hacia él una veneración tan grande, que no dejaba de consultarlo cuando tenía problemas muy graves que resolver. Y aun se cuenta que una vez a Rogerio le tenían preparada una trampa para matarlo, y en sueños se le apareció San Bruno a decirle que tuviera mucho cuidado, y así logró librarse de aquel peligro.
Por aquel tiempo había sido nombrado Papa Urbano II, el cual de joven había sido discípulo de Bruno, y al recordar su santidad y su gran sabiduría y su don de consejo, lo mandó ir hacia Roma a que le sirviera de consejero. Esta obediencia fue muy dolorosa para él, pues tenía que dejar su vida retirada y tranquila de La Cartuja para irse a vivir en medio del mundo y sus afanes. Pero obedeció inmediatamente. Es difícil calcular la tristeza tan grande que sus monjes sintieron al verle partir para lejanas tierras. Varios de ellos no fueron capaces de soportar su ausencia y se fueron a acompañarlo a Roma. Y entonces el Conde Rogerio le obsequió una finca en Italia y allá fundó el santo un nuevo convento, con los mismos reglamentos de La Cartuja.
Los últimos años del santo los pasó entre misiones que le confiaba el Sumo Pontífice, y largas temporadas en el convento dedicado a la contemplación y a la penitencia. Su fama de santo era ya muy grande.
Murió el 6 e octubre del año 1101 dejando en la tierra como recuerdo una fundación religiosa que ha sido famosa en todo el mundo por su santidad y su austeridad. Que Dios nos conceda como a él, el ser capaces de apartarnos de lo que es mundano y materialista, y dedicarnos a lo que es espiritual y lleva a la santidad.
Que sean pocas tus palabras (S. Biblia).

EL SANTO ROSARIO

7 de octubre

Santo Domingo de Guzmán.
Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios.
También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían factores políticos envueltos.
Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.
La Virgen pide a Santo Domingo le ayuda a propagar la devoción. 
Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la fe católica.
Lamentablemente la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.
Las promersa de la Virgen María a los que recen devotamente el Santo Rosario. 
El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.
Promesas de Nuestra Señora del Rosario, según los escritos del Beato Alano. 
La Virgen del Santo Rosario, ¡Auxilio de los Cristianos!
La Batalla de Lepanto:
Mientras la batalla transcurría, en Roma el Papa recitaba el Rosario en su capilla. En eso, el Papa salió de su capilla y, por aparente inspiración, anunció a todos los presentes y con gran calma que la Santísima Virgen le había concedido la victoria a los crisitanos. Semanas mas tarde llegó el finalmente el mensaje de la victoria de parte de Don Juan de Austira, quién, desde un principio, atribuyó el triunfo de cristiano a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió el nombre de la fiesta a la de Nuestra Señora del Rosario.
El sitio de Viena.
Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad, el resto de Europa caería rendida . El emperador depositó su confianza y rogó protección a Nuestra Señora del Rosario. Hubo una gran batalla y gran derramamiento de sangre y ya, cuando todo parececía perdido, el alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, Jan Sobieski, llegó con al rescate al frente de un ejército crisitano, derrotando a finalmente a los turcos. 
La batalla de Temevar.Los turcos sufrieron otra gran derrota a manos del Príncipe Eugenio de Saboya, comandante de los ejércitos cristianos, en Temesvar (en la Rumania moderna), el 5 de agosto de 1716, en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.
Los Pontífices.A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.
Dijo Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.
El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dió el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Desde entonces los Papas han sido grandes devotos del rosario y de su propagación. 
S.S León XIII
Todos los Papas del siglo XX han sido hijos devotísimosdel Santo Rosario.
Recomendado por la Virgen en varias de sus apariciones más importantes.
La importancia del rosario como medio eficaz de los creyentes ha sido confirmado no solo por los pontífices, sino por Nuestra Madre misma, la Virgen María. Es la oración de los sencillos y de los grandes, está al alcance de todos, en todo tiempo y lugar. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. En Lourdes, la Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Santa Bernardita. Y también llevaba un rosario cuando se les apareció a los tres pastorcitos de Fátima. Y fué en Fátima donde ella misma se reveló a los niños su título: "Nuestra Señora del Rosario".
Su Santidad Juan Pablo II insiste en el rezo del Santo Rosario en familia, en grupos, en privado. Pide que se invite a todos a rezar, a no temer el compartir tan hermosa devoción, que es una catequesis de la fe. No alerta a que el mudno está en crisis y nuestras fuerzas humanas no  bastan. La victoria, dice el Papa, vendrá nuevamente de la mano de Virgen María. Es la victoria de Su Hijo Jesucristo, el Señor, Rey del Universo.
escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario"
En ltiempos de Santo Padre Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero no le hicieron mucho caso hasta que el peligro se hizo muy real y la invasión era certera. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. El 7 de octubre de 1571 se encontraron las dos flotas, la crisitana y la musulmana, en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria entró en batalla contra un enemigo muy superior en número y buques de guerra. Se jugaba el destino de la Europa cristiana. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el Santo Rosario con mucha devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!.

1.   Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2.   Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3.   El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4.   El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye
en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas
celestiales y eternas.
5.   El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6.   El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido porla desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si
es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.   Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8.   Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9.   Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos
      tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los
      bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos
     de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de
     predestinación de gloria.
Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.
La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.
La Madre de Dios, en una aparición a Santo Domingo le enseño a rezar el rosario, en el año 1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

SAN LUCAS, UN APOSTOL ECEPCINAL.

18 de Octubre

San Lucas Evangelista
Siglo I

Gracias Lucas por tu bello evangelio y tu libro de Los Hechos de
los Apóstoles. Queremos leer muchas veces tan bellos escritos.
Sed misericordiosos como vuestro Padre Celestial
es misericordioso (San Lucas 6,36).

San LucasLucas significa: "luminoso, iluminado" (viene del latín "luce" = luz).
San Lucas escribió dos libros muy famosos: el tercer Evangelio y Los Hechos de los apóstoles. Es un escritor muy agradable, y el que tiene el estilo más hermoso en el Nuevo Testamento. Sus dos pequeños libros se leen con verdadero agrado.
Era médico. San Pablo lo llama "Lucas, el médico muy amado", y probablemente cuidaba de la quebrantada salud del gran apóstol.
Era compañero de viajes de San Pablo. En los Hechos de los apóstoles, al narrar los grandes viajes del Apóstol, habla en plural diciendo "fuimos a... navegamos a..." Y va narrando con todo detalle los sucesos tan impresionantes que le sucedieron a San Pablo en sus 4 famosos viajes. Lucas acompañó a San Pablo cuando éste estuvo prisionero, primero dos años en Cesarea y después otros dos en Roma. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita. Era griego.
El poeta Dante le dio a San Lucas este apelativo: "el que describe la amabilidad de Cristo". Y con razón el Cardenal Mercier cuando un alumno le dijo: "Por favor aconséjeme cuál es el mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo", le respondió: "El mejor libro que se ha escrito acerca de Jesucristo se llama: El Evangelio de San Lucas". Un autor llamó a este escrito: "El libro más encantador del mundo".
Como era médico era muy comprensivo. Dicen que un teórico de oficina, ve a las gentes mejor de lo que son. Un sociólogo las ve peor de lo que son en realidad. Pero el médico ve a cada uno tal cual es. San Lucas veía a las personas tal cual son (mitad debilidad y mitad buena voluntad) y las amaba y las comprendía.
En su evangelio demuestra una gran estimación por la mujer. Todas las mujeres que allí aparecen son amables y Jesús siempre les demuestra gran aprecio y verdadera comprensión.
Su evangelio es el más fácil de leer, de todos los cuatro. Son 1,200 renglones escritos en excelente estilo literario. Lo han llamado "el evangelio de los pobres", porque allí aparece Jesús prefiriendo siempre a los pequeños, a los enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos. Es un Jesús que corre al encuentro de aquellos para quienes la vida es más dura y angustiosa.
También se ha llamado: "el evangelio de la oración", porque presenta a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida e insistiendo continuamente en la necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar.
Otro nombre que le han dado a su escrito es el "evangelio de los pecadores", porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas. San Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida. Por eso los pecadores leen con tanto agrado y consuelo el evangelio de San Lucas. Es que fue escrito pensando en ellos.
Nuestra Santísima Virgen MaríaSu evangelio es el que narra los hechos de la infancia de Jesús, y en él se han inspirado los más famosos pintores para representar en imágenes tan amables escenas.
Dicen que murió soltero, a la edad de 84 años, después de haber gastado su vida en hacer conocer y amar a Nuestro Señor Jesucristo

viernes, 16 de septiembre de 2011

EL QUE DOMA SU CUERPO...

21 de Febrero
 San Pedro Damián
Cardenal, Obispo de Ostia
Jesús es bajado de la CruzDoctor de la Iglesia (año 1072).
Damián significa: el que doma su cuerpo. Domador de sí mismo.
San Pedro Damián fue un hombre austero y rígido que Dios envió a la Iglesia Católica en un tiempo en el que la relajación de costumbres era muy grande y se necesitaban predicadores que tuvieran el valor de corregir los vicios con sus palabras y con sus buenos ejemplos. Nació en Ravena (Italia) el año 1007.
Quedó huérfano muy pequeñito y un hermano suyo lo humilló terriblemente y lo dedicó a cuidar cerdos y lo trataba como al más vil de los esclavos. Pero de pronto un sacerdote, el Padre Damián, se compadeció de él y se lo llevó a la ciudad y le costeó los estudios. En honor a su protector, en adelante nuestro santo se llamó siempre Pedro Damián.
El antiguo cuidador de cerdos resultó tener una inteligencia privilegiada y obtuvo las mejores calificaciones en los estudios y a los 25 años ya era profesor de universidad. Pero no se sentía satisfecho de vivir en un ambiente tan mundano y corrompido, y dispuso hacerse religioso.
Estaba meditando cómo entrarse a un convento, cuando recibió la visita de dos monjes benedictinos, de la comunidad fundada por el austero San Romualdo, y al oírles narrar lo seriamente que en su convento se vivía la vida religiosa, se fue con ellos. Y pronto resultó ser el más exacto cumplidor de los severísimos reglamentos de su convento.
Pedro, para lograr dominar sus pasiones sensuales, se colocó debajo de su camisa correas con espinas (cilicio, se llama esa penitencia) y se daba azotes, y se dedicó a ayunar a pan y agua. Pero sucedió que su cuerpo, que no estaba acostumbrado a tan duras penitencias, empezó a debilitarse y le llegó el insomnio, y pasaba las noches sin dormir, y le afectó una debilidad general que no le dejaba hacer nada. Entonces comprendió que las penitencias no deben ser tan exageradas, y que la mejor penitencia es tener paciencia con las penas que Dios permite que nos lleguen, y que una muy buena penitencia es dedicarse a cumplir exactamente los deberes de cada día y a estudiar y trabajar con todo empeño.
Esta experiencia personal le fue de gran utilidad después al dirigir espiritualmente a otros, pues a muchos les fue enseñando que en vez de hacer enfermar al cuerpo con penitencias exageradas, lo que hay que hacer es hacerlo trabajar fuertemente en favor del reino de Dios y de la salvación de las almas.
En sus años de monje, Pedro Damián aprovechó aquel ambiente de silencio y soledad para dedicarse a estudiar muy profundamente la Sagrada Biblia y los escritos de los santos antiguos. Esto le servirá después enormemente para redactar sus propios libros y sus cartas que se hicieron famosas por la gran sabiduría con la que fueron compuestas.
En los ratos en que no estaba rezando o estudiando, se dedicaba a labores de carpintería, y con los pequeños muebles que construía ayudaba a la economía del convento.
Al morir el superior del convento, los monjes nombraron como su abad a Pedro Damián. Este se oponía porque se creía indigno pero entre todos lo lograron convencer de que debía aceptar. Era el más humilde de todos, y pedía perdón en público por cualquier falta que cometía. Y su superiorato produjo tan buenos resultados que de su convento se formaron otros cinco conventos, y dos de sus dirigidos fueron declarados santos por el Sumo Pontífice (Santo Domingo Loricato y San Juan de Lodi. Este último escribió la vida de San Pedro Damián).
Muchísimas personas pedían la dirección espiritual de San Pedro Damián. A cuatro Sumos Pontífices les dirigió cartas muy serias recomendándoles que hicieran todo lo posible para que la relajación y las malas costumbres no se apoderaran de la Iglesia y de los sacerdotes. Criticaba fuertemente a los que son muy amigos de pasear mucho, pues decía que el que mucho pasea, muy difícilmente llega a la santidad.
A un obispo que en vez de dedicarse a enseñar catecismo y a preparar sermones pasaba las tardes jugando ajedrez, le puso como penitencia rezar tres veces todos los salmos de la Biblia (que son 150), lavarles los pies a doce pobres y regalarles a cada uno una moneda de oro. La penitencia era fuerte, pero el obispo se dio cuenta de que sí se la merecía, y la cumplió y se enmendó.
Los dos peores vicios de la Iglesia en aquellos años mil, eran la impureza y la simonía. Muchos sacerdotes eran descuidados en cumplir su celibato, o sea ese juramento solemne que han hecho de esforzarse por ser puros, y además la simonía era muy frecuente en todas partes. Y contra estos dos defectos se propuso luchar Pedro Damián.
Varios Sumos Pontífices, sabiendo la gran sabiduría y la admirable santidad del Padre Pedro Damián, le confiaron misiones delicadísimas. El Papa Esteban IX lo nombró Cardenal y Obispo de Ostia (que es el puerto de Roma). El humilde sacerdote no quería aceptar estos cargos, pero el Papa lo amenazó con graves castigos si no lo aceptaba. Y allí, con esos oficios, obró con admirable prudencia. Porque al que es obediente consigue victorias.
Resultó que el joven emperador Enrique IV quería divorciarse, y su arzobispo, por temor, se lo iba a permitir. Entonces el Papa envió a Pedro Damián a Alemania, el cual reunió a todos los obispos alemanes, y valientemente, delante de ellos le pidió al emperador que no fuera a dar ese mal ejemplo tan dañoso a todos sus súbditos, y Enrique desistió de su idea de divorciarse.
Sus sermones eran escuchados con mucha emoción y sabiduría, y sus libros eran leídos con gran provecho espiritual. Así, por ejemplo, uno que se llama "Libro Gomorriano", en contra de las costumbres de su tiempo. (Gomorriano, en recuerdo de Gomorra, una de las cinco ciudades que Dios destruyó con una lluvia de fuego porque allí se cometían muchos pecados de impureza). A los Pontífices y a muchos personajes les dirigió frecuentes cartas pidiéndoles que trataran de acabar con la Simonía, o sea con aquel vicio que consiste en llegar a los altos puestos de la Iglesia comprando el cargo con dinero (y no mereciéndolo con el buen comportamiento). Este vicio tomó el nombre de Simón el Mago, un tipo que le propuso a San Pedro apóstol que le vendiera el poder de hacer milagros. En aquel siglo del año mil era muy frecuente que un hombre nada santo llegara a ser sacerdote y hasta obispo, porque compraba su nombramiento dando mucho dinero a los que lo elegían para ese cargo. Y esto traía terribles males a la Iglesia Católica porque llegaban a altos puestos unos hombres totalmente indignos que no iban a hacer nada bien sino mucho mal. Afortunadamente, el Papa que fue nombrado al año siguiente de la muerte de San Pedro Damián, y que era su gran amigo, el Papa Gregorio VII, se propuso luchar fuertemente contra ese vicio y tratar de acabarlo.
La gente decía: el Padre Damián es fuerte en el hablar, pero es santo en el obrar, y eso hace que le hagamos caso con gusto a sus llamadas de atención.
Lo que más le agradaba era retirarse a la soledad a rezar y a meditar. Y sentía una santa envidia por los religiosos que tienen todo su tiempo para dedicarse a la oración y a la meditación. Otra labor que le agradaba muchísimo era el ayudar a los pobres. Todo el dinero que le llegaba lo repartía entre la gente más necesitada. Era mortificadísimo en comer y dormir, pero sumamente generosos en repartir limosnas y ayudas a cuantos más podía.
El Sumo Pontífice lo envió a Ravena a tratar de lograr que esa ciudad hiciera las paces con el Papa. Lo consiguió, y al volver de su importante misión, al llegar al convento sintió una gran fiebre y murió santamente. Era el 21 de febrero del año 1072. Inmediatamente la gente empezó a considerarlo como un gran santo y a conseguir favores de Dios por su intercesión.
El Papa lo canonizó y lo declaró Doctor de la Iglesia por los elocuentes sermones que compuso y por los libros tan sabios que escribió.
San Pedro Damián: consíguenos de Dios la gracia de que nuestros sacerdotes y obispos sean verdaderamente santos y sepan cumplir fielmente su celibato.

PARA MEDITAR

VIVIR AUSTERAMENTE EN UN ENTORNO CONSUMISTA
El estado de la cuestión
Vivimos en un entorno donde el consumo se ha convertido en una de las actividades cotidianas más habituales. Es necesario partir de esta realidad y de esta normalidad: en nuestra sociedad, consumir es una necesidad que nos permite al mismo tiempo cubrir y satisfacer necesidades de diferentes tipos: alimentación, vestido, vivienda, bienestar, cultura, ocio…Ahora bien ¿no consumimos más de lo que realmente debemos?
A menudo compramos productos que, seguramente, no necesitamos pero que se no presentan a nuestros ojos disfrazados de falsas utilidades y mensajes atractivos que nos hacen creer que obteniéndolos seremos más felices. En este contexto, vivir austeramente, es decir, moderar nuestro consumo dentro de unos márgenes razonables es un acto de coraje y al mismo tiempo de justicia porque a menudo implicará ir a contra corriente y no perder de vista los colectivos sociales que viven en situación de desventaja y desigualdad social.
De hecho, no deja de sorprender que aquellos que menos tienen sean los que están más dispuestos a dar y a compartir. Uno experimenta que ciertamente cuando más se tiene más se desea y aquello que tenemos nos acaba poseyendo de tal manera que configura una manera de ser desconfiada, vanidosa y egoísta, siempre temerosa y al acecho de lo que nos puedan quitar o de lo que podamos perder. Una actitud que lleva a la competitividad (para no ser menos que este o aquel…) y a la insatisfacción constante (siempre se quiere más) por tanto al encuentro frustrante con las cosas y al desencuentro angustioso con las personas.
Pero aquellos que ya lo tienen todo perdido o tienen bien poca cosa que perder son capaces de poner a disposición de los otros, sin avergonzarse, su propia indigencia y de darnos una gran lección de humanidad porque saben que su mayor riqueza, lo más preciado que tenemos todos no tiene nada que ver con los bienes y las posesiones materiales, sino que radica en el propio interior más profundo, en el corazón dispuesto a darse a acoger y a amar y eso nadie nos lo puede arrebatar.
Será que la generosidad y la hospitalidad deben estar estrechamente ligadas también a la desposesión de todo aquello que nos aliena, a la vida sobria y a saber aferrarnos a nuestra riqueza interior.
Las principales fuentes de presión:
Si la sobriedad es una fuente de felicidad, en primer lugar habrá que ser conscientes de las diferentes fuentes de presión que intervienen en la actividad de consumir sin medida, porque ser consciente de estas fuentes es el primer paso para poder regular su efecto.
Una de las principales fuentes de tensión son los
Esta fuente de presión mediática impregna todos los ámbitos de nuestra vida generando otras fuentes de presión. Un segundo bloque lo encontramos en la
Habrá que saber encontrar la medida justa entre aquello que es necesario para la correcta socialización y lo que traspasa los límites de una educación en los valores de la responsabilidad, la solidaridad y la justicia.
Finalmente podríamos señalar también la presión social que en determinados momentos juega
medios de comunicación. Estos nos bombardean continuamente y nos crean falsas necesidades en las que caemos con frecuencia. Nos lanzan el mensaje de que con dineros lo podemos comprar todo y podemos tener una vida fácil y cómoda porque podemos tener todo a nuestro alcance, TV de alta resolución que nos permite disfrutar de un "cine en casa", el coche más potente, servicios de toda clase a domicilio…Ante esta realidad es preciso ayudar a descubrir que el verdadero bienestar y la verdadera felicidad están más allá de la posesión de bienes materiales. presión de los iguales o amigos. Cuántas veces no habremos oído decir a uno de nuestros hijos aquello de: "como todos mis amigos tienen una video-consola, o llevan una ropa de la marca X, o… ¡Yo no puedo ser menos! la familia. En esta sentido cabe decir que uno de los fenómenos que se producen en muchas familias de nuestra sociedad es la sobreprotección de los hijos en muchos niveles. ¿Cuántas veces sino llenamos con exceso de caprichos o regalos innecesarios a nuestros hijos y cedemos a sus exigencias? Pensemos especialmente en determinadas épocas del año como las Navidades, aniversarios, etc.
Vivir austeramente:
Ante toda esta realidad la opción por la austeridad parará por una cierta actitud de
para construir, para inventar nuevos entornos de sentido y alternativas que nos devuelvan a la dignidad y nos orienten a la verdadera libertad y felicidad. Tiempo para construir una vida más sobria, tratando de limitar la interminable lista de productos innecesarios que acabamos acumulando a lo largo de las semanas a un número de cosas que sean razonables y realmente provechosas, compartiendo espacios de tiempo y de vida con aquellos que realmente lo esperan, buscando espacios de silencio y de interiorización que nos ayuden a redescubrirnos de nuevo, disfrutando y celebrando las fiestas con regalos alternativos elaborados por nosotros o de consumo solidario. Tiempo para compartir "el tiempo", bien escaso de nuestra sociedad, y todo nuestro ser con nuestros hijos y familia, para reír y jugar juntos, para contemplar lo nuevo que nace y crece a nuestro alrededor y para agradecer todo lo que tenemos. Tiempo para ir tejiendo aquella alegría que nace del fondo del corazón, la de sabernos amados y con capacidad de amar, la que no responde a la sonrisa fácil y fugaz de una ilusión material obtenida, sino la perdura y llega también al corazón del otro.
También la verdadera libertad pasa a menudo por saber tener coraje y no dejar de ir a contracorriente. A tal efecto, para vivir más austeramente apuntamos las siguientes tareas fundamentales:
- En primer lugar, tal como se ha dicho, ayudar a
- En segundo lugar esta tarea de información y sensibilización no puede ser neutra y se ha de dirigir hacia una
- En tercer lugar esta tarea implica
 
resistencia. Resistirnos a comprar el nuevo modelo de telefonía móvil para niños, o a malbaratar comidas o cenas opulentas mientras en la misma ciudad hay gente que pasa hambre y frío. Tiempo de resistencia, sí, pero sobre todos, tiempo para crear, tomar consciencia de las diferentes presiones que recibimos y que nos impulsan a consumir. Esta toma de consciencia implica una tarea de información y de sensibilización de las trampas que nos ofrece la sociedad, poniendo en evidencia los falsos "valores añadidos" que van asociados a determinados productos. Habrá que saber leer la información que recibimos de los medios de comunicación y dar a conocer que, por ejemplo, aquella empresa deportiva que tanto anhelamos atenta contra los derechos humanos al tener trabajadores del tercer mundo en situación de explotación y maltrato laboral. O que los productos caducados de la marca X que tanto se ha lucido haciendo marketing son enviados a los países pobres produciendo enfermedades a sus ciudadanos. visión crítica que enseñe a argumentar y justificar el uso y la necesidad de las cosas. Que permita relativizar y poner en cuestión los mensajes falsos que se asocian a la venta de determinados productos y podamos discernir con claridad las cualidades, los componentes, y las ventajas e inconvenientes de cada producto. También habrá que discernir cuáles son los productos que podríamos reducir. Por ejemplo el consumo de agua, luz, ¿gasolina? determinados productos químicos, son aspectos que afectan a la sostenibilidad del planeta y que hay que enseñar a regular. ser creativo y buscar alternativas atractivas al consumo. Los valores añadidos a determinados productos, que antes mentábamos, pueden ser sustituidos fácilmente si ponemos imaginación en ello. De esta forma podemos plantear, por ejemplo, que construirse uno mismo las cosas puede tener incluso más valor que comprarlas hechas e incluso puede ser más divertido. Por otro lado el reciclaje de muchos productos que están a nuestro alcance y que a menudo tiramos nos presentan unas posibilidades ilimitadas para evitar consumir nuevamente, con imaginación y creatividad lo podemos conseguir.
Puntos de reflexión:
1. ¿Creéis que hay cosas que tenéis o que adquirís pero que en el fondo no necesitáis? ¿Cuáles? ¿Dónde estaría el límite entre la necesidad real y la creada?
2. ¿Creéis conveniente reducir o eliminar alguno de estos aspectos? ¿Por qué? ¿Cómo lo haríais?
3. ¿En qué ámbitos de la vida cotidiana nos cuesta más ser austeros? ¿A qué nos costaría más renunciar?
4. ¿Qué ventajas pensáis que comporta vivir austeramente?
5. ¿Cuáles son las principales dificultades con que os encontráis?
6. Como cristianos ¿qué actitudes de fondo pensáis que habría que educar en la familia en este contexto social de consumismo?
 
Textos bíblicos:
-Mt 6, 25-30 "No os preocupéis de lo que comeréis o beberéis"
-Mt 5, 1-11 Las Bienaventuranzas
-Tt 2, 11-13 "Vivir una vida de sobriedad"
-1r Sa 2, 7-8 "Es el Señor quien da la pobreza y la riqueza"
Bibliografia:
BAUMAN, Zygmunt (2007):
LIPOVETSKY,G. (2007):
CORTINA, A. (2002):
LECLERC,E. (1981):
GRÜN, A. (2002):
Barcelona, marzo de 2008
Vida de consumo. Ed. FCE La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad del hiperconsumo. Ed.Anagrama. Por una ética del consumo. Ed.Taurus Saviesa d’un pobre. Francesc d’Assís. Ed. Claret. Benito de Nursia. Espiritualidad enraizada en la tierra. Ed-Herder. Delegación Diocesana de Pastoral Familiar. – Diputación 231 – 08007 Barcelona. E-mail: familia@arconet.es Depósito Legal: B-46.502-2005