lunes, 3 de octubre de 2011

FRANCISCO DE ASIS


¡BENDIT@ L@ LUZ DE TU MIR@D@!
Jorn[^[ ^_ Or[]iòn por l[s Vo][]ion_s 2011
Algo así debía pensar
súplica ante el
las tinieblas de mi corazón y mis muchos miedos, haciendo más auténtica mi fe, transformando mis
ilusiones y sueños de grandeza en un camino de esperanza cierta, enseñándome a amar de verdad.
Bendita la luz de tu mirada que me está empujando a salir de mi pequeño mundo, a vivir de otra
manera, a mirar con misericordia a todo aquel que se me acerca. Bendita la luz de tu mirada que no
me quita nada y me lo da todo, recordándome que no sirve de nada ganar el mundo entero,
triunfar… si echo a perder mi vida”
Quizás también a ti, desde hace tiempo, la
ronda el deseo de
intensidad y estarías dispuesto a todo. Luego, aminora y vuelves a lo de siempre como siempre:
¡aunque sabes que te falta algo! En el fondo, - piensas -, es imposible que sea capaz de vivir algo
así, por lo tanto es mejor olvidarlo aunque sea verdad... Además, ¡sería tan complicado decírselo
a mis padres, a mis amigos, a la gente que me conoce! Este razonamiento te parece tan
comprensible y lo dejas pasar. Estás cargado de razones parecidas, pero el deseo sigue ahí y
cuando menos te lo esperas reaparece.
Si también tú estás sintiendo que la
mejor de ti mismo: ¡
nosotros, quiera contar con nosotros es lo mejor que nos puede pasar en la vida. Es un misterio
que sólo se puede entender
San Francisco y santa Clara se abrieron a la
verdad
todo, entregar alma, vida y corazón. E iniciaron un camino precioso de abandono confiado tras
las huellas de
siempre es fácil… Es un camino exigente, hay que pasar por la puerta estrecha, cargar con la
cruz cada día y estar dispuesto a que te miren mal, a que no te comprendan, a que te consideren
un desfasado…
Recuerda: ¡No estás solo! Él camina contigo y no te abandonará jamás. Y también otros
muchos que han creído como tú. ¡
la vida
Francisco cada vez que recordaba sus muchos ratos de oración yCristo de S. Damián: “Bendita la luz de tu mirada, que poco a poco está disipando.luz de Su mirada no te deja indiferente. Y teentregar tu vida al Señor: ¿Por qué no? En ocasiones, ese deseo aparece conluz de Su mirada te atrae, te seduce y despierta loPronuncia tu “SÍ” y no tengas miedo! Que Dios, no necesitando nada dea la luz de Su mirada, que fijándose en nosotros nos ama.luz de Su mirada y descubrieron que Cristo es de“la perla preciosa”, “el tesoro escondido” por el que vale la pena gastar la vida, dejarlo“Aquel que nos ama y ha dado su vida por nosotros”. Este camino, lo sabemos, noBendita la luz de Tu mirada que no pasa nunca y que cambia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario